Ejercicio físico, nutrición o bienestar emocional ya forman parte del tratamiento de la insuficiencia cardíaca.  Esta tendencia de abordar una enfermedad que trascienda su manejo clínico, conlleva que cada vez más profesionales estén implicados en el abordaje de la insuficiencia cardíaca. Su inclusión en unidades especificas de insuficiencia cardíaca es lo que se conoce con el nombre de programas multidisciplinares de insuficiencia cardíaca.

La importancia de programas de manejo multidisciplinar

Los equipos multidisciplinarios en IC son unidades asistenciales específicas para la insuficiencia cardíaca cuyo objetivo es ofrecer una atención coordinada y centrada y adaptada a las necesidades y preferencias del paciente y su entorno más cercano.

En los últimos años, las diferentes actualizaciones de las guías de práctica clínica de insuficiencia cardíaca elaboradas por la Sociedad Europea de Cardiología han ido, progresivamente, dibujando la importancia de los programas multidisciplinares. Todo este posicionamiento ha ido respaldado de diferentes estudios clínicos que han valorado los beneficios que implica, por ejemplo, visitas domiciliarias por parte del personal de enfermería o la posibilidad de consultas telemáticas.

Estas actualizaciones han ido otorgando diversas ventajas a los programas asistenciales que implican un abordaje conjunto y cooperativo entre diferentes profesionales sociosanitarios. Entre los beneficios especificados destacan:

• La puesta en marcha de investigaciones que permitan hacer frente a los diferentes retos que requiere la insuficiencia cardíaca.
• Favorecer un diagnóstico adecuado, especifico y precoz.
• Una línea de abordaje acorde a las necesidades concretas de cada paciente y basada en la evidencia.
• Una educación enfocada en el automanejo del paciente.
• Un seguimiento adecuado.
• Reducción de las hospitalizaciones requeridas.
• Mejora de la calidad de vida con la consiguiente reducción de la tasa de mortalidad.

Características los programas de insuficiencia cardíaca

Los programas de manejo multidisciplinar se caracterizan por su marcado enfoque holístico y su heterogeneidad. Es decir, recogen medidas de índole diversa (no solo implicación clínica, sino social, personal, laboral, etc.) y, a su vez, todas estas medidas resultan beneficiosas si se aplican conjuntamente.

Estos programas han de funcionar y estar activos durante todo el proceso asistencial (diagnóstico, seguimiento, durante las etapas de estabilización del paciente, empeoramiento y cuidados paliativos). Tal y como se recoge en la última actualización de la guía de práctica clínica de la ESC, la puerta en marcha de iniciativas multidisciplinares en insuficiencia cardíaca debe responder a un principio de equilibrio entre dos variables:

• Por un lado, las necesidades específicas de cada paciente: comorbilidades, implicación de la IC a todos los niveles, promoción de la figura del paciente experto, etc.
• Por otro, la configuración del sistema de salud: recursos disponibles, optimización de los mismos y las políticas administrativas.

¿A qué principios debe responder el manejo multidisciplinar?

Cada vez son más las unidades específicas de insuficiencia cardíaca que, a través de los recursos disponibles, responden a las necesidades que la insuficiencia cardíaca plantea en el día a día de las personas. Su puesta en marcha conlleva una profesionalización de las mismas que implica el cumplimiento de una serie de criterios. La GPC de la ESC establece que los principios a los que los programas de manejo multidisciplinar

1. Abordaje personalizado para cada paciente.
2. Implicación de todos aquellos profesionales sociosanitarios cuya labor implique una mejora tanto directa o indirecta del manejo de la IC.
3. Profesionalización y especialización en materia de insuficiencia cardíaca de todos estos agentes implicados.
4. Flexibilidad de la puesta en marcha de estos programas de forma que se fundamenten en la prevención, control adecuado de los síntomas o preferencias del propio paciente.
5. Promover la implicación del paciente y cuidador.
6. Formación e información tanto al paciente como cuidador para logar tal fin.
7. Optimización de los recursos disponibles.
8. Prestación de apoyo psicosocial a pacientes y cuidadores.
9. Seguimiento adecuado del paciente a través de protocolos que contemplen: visitas a consulta, visitas domiciliarias, asistencia telefónica o telemonitorización.
10. Favorecer el contacto del paciente / cuidador con sus profesionales sociosanitarios, permitiendo la comunicación de aspectos relevantes como signos de descompensación.
11. Evaluación de factores que pudieran evidenciar una posible complicación en insuficiencia cardíaca como son alteraciones en el peso, en el estado nutricional, en el sueño o en otras esferas de su vida.
12. Acceso a terapias innovadoras.

Conclusiones

Tanto las sociedades científicas, como las guías de práctica clínica y los estudios evidencian la relevancia de la puesta en marcha de programas multidisciplinares. En este sentido, actualmente los principales retos en esta materia se encuentran, por un lado, en la protocolización de estas unidades y, por otro,  en un adecuado equilibrio entre las necesidades de los pacientes y el sistema de salud.