Se estima que el estado nutricional de 3 de cada 4 pacientes con insuficiencia cardíaca no es el adecuado. Así lo afirma recientemente la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, la Sociedad Española de Cardiología y la Asociación de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardíaca. La relación, por tanto, entre la insuficiencia cardíaca y un deterioro del estado nutricional del paciente es un hecho.

Entidades internacionales como la American Heart Association y la Organización Mundial de la Salud consideran clave una adecuada nutrición tanto en la prevención como en el abordaje de las enfermedades cardiovasculares.  La alimentación conlleva por ende un mejor manejo de la IC, prevención de posibles complicaciones y un mejor pronóstico y calidad de vida para el paciente.

Aproximación al concepto de desnutrición

La desnutrición se produce porque nuestro organismo no recibe los nutrientes necesarios para su adecuado funcionamiento. Este hecho se puede producir por dos motivos principales:

1. El primero tiene que ver con nuestra alimentación. Es decir, con los alimentos que consumimos. Puede ser que el estado nutricional no sea óptimo porque el aporte de ciertos nutrientes sea deficitario e insuficiente.
2. También es posible que el estado nutricional no sea el adecuado por la presencia de factores que interfieren en la forma de asimilar los nutrientes. Como es el caso de las personas que presentan una patología renal o una mala absorción intestinal por ejemplo.

Relación entre el estado nutricional e insuficiencia cardíaca

La Sociedad Europea de Cardiología puso en marcha el estudio EUROASPIRE V. El objetivo consistía en evaluar la adherencia a las guías de práctica clínica en 16 países europeos. Entre las diferentes conclusiones, a grandes rasgos se determinó que las personas con insuficiencia cardíaca tenían estilos de vida poco saludables como son el sedentarismo y una alimentación inadecuada.

Para ser aún más exactos se detectó una incidencia reseñable de personas que presentaban alteraciones en parámetros nutricionales y metabólicos. A esto hay que añadir, el desconocimiento que algunos pacientes llegaron a manifestar en relación a recomendaciones nutricionales o parámetros a tener en cuenta en el automanejo.

Entre los aspectos más reseñables destaca:

• Diabetes. 1 de cada 3 pacientes con insuficiencia cardíaca que participaba en el estudio había sido diagnosticado de diabetes previamente.
• En aquellos pacientes que no habían sido diagnosticados previamente de diabetes, 4 de cada 10 presentaron alteraciones del metabolismo de carbohidratos durante la realización del estudio.
• Niveles inadecuados de glucosa o azúcar en sangre, tanto por exceso (hiperglucemia) como por defecto (hipoglucemia).
• En relación al colesterol LDL, conocido como “colesterol malo”, menos de la mitad de los pacientes que tomaban medicamentos para controlar los lípidos conocían sus niveles de este parámetro, y menos de un tercio conocían su objetivo de colesterol.
• 1 de cada 3 personas (37,2%) con insuficiencia cardíaca presentaba sobrepeso
• En relación a la obesidad su incidencia es aún mayor que el sobrepeso. El 43,5% de las personas con IC que participaron en el estudio tenían obesidad. De estos, el 18,6% desconocían que eran obesos pues no habían sido informados al respecto. Se observa también una deficiente formación al paciente con sobrepeso e insuficiencia cardíaca, pues el 36,8% afirmaba no haber recibido recomendaciones o pautas necesarias en el cambio de su dieta o alimentación.

Beneficios de un adecuado estado nutricional en pacientes con insuficiencia cardíaca

El adecuado estado nutricional y metabólico del paciente con insuficiencia cardíaca es clave en su calidad de vida. En caso de que no se lleve a cabo un seguimiento adecuado y no exista un cumplimiento de las recomendaciones las personas con insuficiencia cardíaca presentan un mayor riesgo de comorbilidad cardiovascular (como puede ser el ictus o infarto) y de mortalidad.

Por tanto, en el enfoque multidisciplinar de la insuficiencia cardíaca, se hace necesario la integración de un pilar que garantice el adecuado estado nutricional del paciente. Junto con otras figuras clave del abordaje de la insuficiencia cardíaca, se suman los expertos en materia de nutrición como son el dietista, el nutricionista o los endocrinólogos, entre otros.

La evaluación y seguimiento nutricional y metabólico del paciente con insuficiencia cardíaca del paciente permite:

• Que el paciente con insuficiencia cardíaca reciba una nutrición acorde a sus necesidades.
• Formación adecuada del paciente en aspectos relacionados con su nutrición y automanejo.
• Una adecuada adherencia a las recomendaciones nutricionales.
• Un adecuado nivel de los parámetros analíticos.
• Evitar la aparición de complicaciones asociadas como son el sobrepeso, la obesidad, hipertensión y diabetes.
• Detección precoz de otras patologías.
• Mantener un índice de masa corporal (IMC) adecuado.
• Mejora de la calidad de vida.
• Impacto psicosocial.

Conclusiones

Debido a que un alto porcentaje de los pacientes con insuficiencia cardíaca presentan un estado nutricional inadecuado se hace necesario la inclusión de expertos nutricionales en el manejo de la IC. Así mismo, también es de vital relevancia hacer frente a los diferentes retos planteados y evidenciados en los estudios como son el desconocimiento de los pacientes en el automanejo de sus valores nutricionales y metabólicos. Garantizar un adecuado estado nutricional se traduce en un adecuado manejo de la IC, menor riesgo de comorbilidad asociada, mejor pronóstico y calidad de vida del paciente.