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Seguimiento del paciente con insuficiencia cardíaca en atención primaria
- 14 julio, 2020
- Posted by: cicero
- Category: Enfermedad
El seguimiento de la insuficiencia cardíaca en atención primaria se inicia antes inclusive de que se efectúe el diagnóstico. Esto se debe al relevante papel que la AP juega a través de la prevención mediante el conocimiento e identificación de los factores de riesgo para su posterior valoración, control y posible derivación.
Factores de riesgo
Atendiendo a la naturaleza de estos, podríamos distinguir dos grandes grupos de factores de riesgo en la insuficiencia cardíaca:
- Cardiovasculares: los relacionados con trastornos del corazón y vasos sanguíneos. En IC encontraríamos, principalmente, la hipertensión arterial alta, cardiopatía isquémica, valvulopatía, arritmia, enfermedad arterial periférica. También se categorizarían dentro de este grupo el ictus, ataque isquémico transitorio previo (AIT) o antecedentes por cardiomiopatía o muerte súbita.
- No cardiovasculares: dentro de este grupo y directamente relacionados con la IC encontraríamos factores de índole diversa relacionados principalmente con hábitos o situación clínica del paciente:
- Edad superior a los 60 años
- Obesidad
- Consumo de tabaco, alcohol y/o drogas
- Diabetes
- Insuficiencia renal o hepática
- Anemia
- Depresión
- Apnea del sueño, insomnio
Confirmación del diagnóstico
Una vez, se ha confirmado el diagnóstico de la insuficiencia cardíaca, la atención primaria constituye una pieza clave dentro del seguimiento de la persona que recibe tal diagnóstico.
La necesidad de un abordaje multidisciplinar en este tipo de pacientes por lo general pluripatológicos, pone en valor el trabajo conjunto que se realiza desde los servicios de atención primaria con otras áreas especializadas, como puede ser, en este caso, cardiología. Esta labor coordinada, garantiza la puesta en marcha de un plan de abordaje íntegro en el cual interfieren tanto aspectos clínicos, disciplinas transversales, como podría ser la alimentación o el ejercicio físico y, también, aspectos psicosociales.
Desde los servicios de atención primaria es necesario valorar al paciente con IC para la planificación de la consulta:
- Evaluación una vez confirmado el diagnóstico o tras alta de ingreso requerido.
- Establecimiento de la periodicidad con el objetivo de establecer la frecuencia en la que se fijaran las consultas.
- Control analítico y clínico necesario.
Factores de riesgo modificables
Los factores de riesgo modificables son aquellos en los que el paciente tiene un control sobre los mismos de forma que, mediante la puesta en marcha o abandono de ciertos hábitos, es posible minimizar el impacto que estos pueden llegar a desempeñar, tanto en el desarrollo de la insuficiencia cardíaca como en el empeoramiento de esta afección.
En atención primaria, la labor en cuanto a estos factores de riesgo modificables se podría establecer como:
- Control de parámetros o constantes tales como podrían ser el peso, la presión arterial o la frecuencia cardiaca, principales signos de descompensación.
- Fomentar la inclusión de estos pacientes en programas de deshabituación tabáquica que les permitan con éxito dejar de fumar.
- Renunciar al consumo de alcohol así como desaconsejar la ingesta de bebidas excitantes (café, cafeína, energéticas, taurina).
- Fomentar una cultura de viajes adecuada y favorable acorde a la situación clínica del paciente, pues, en función del grado de insuficiencia cardiaca, en algunos casos, puede llegar a ser contraproducente acudir a destinos situados en grandes altitudes o cuyos climas sean excesivamente cálidos y húmedos.
- Dietas específicas que les permitan llevar una alimentación adecuada.
- Fomentar el ejercicio físico, otro de los pilares básicos en el tratamiento de la IC.
- Contribuir al adecuado manejo del estrés.
- Asegurarse del adecuado cumplimiento terapéutico.
- Prevención de determinadas infecciones a través de la vacunación que podrían empeorar la situación clínica del paciente, como por ejemplo la gripe.
Signos de descompensación
La atención primaria puede llegar a detectar posibles situaciones o parámetros que evidencien un empeoramiento del paciente. Son los llamados signos de descomposición:
- Cambios bruscos de peso o en constantes.
- Insomnio o dificultad para dormir.
- Ortopnea.
- Retención de líquidos. Se puede dar a través de la hinchazón de pies, tobillos, piernas o abdomen o mediante una menor cantidad de orina.
- Presencia de síntomas tales como la dificultad para respirar, tos persistente, dolor pecho, cansancio o infección.
- Empeoramiento de enfermedad de base o pluripatologías.
Identificación de causas y posible derivación
La insuficiencia cardíaca se caracteriza por fases de inestabilidad clínica. Esto condiciona a que, por parte de todas las disciplinas médicas, en especial atención primaria, se establezca una formación constante dirigida tanto al paciente como a sus familiares para la identificación adecuada de los signos o síntomas anteriormente mencionados.
Saber identificarlos es clave para su detección precoz y consulta por parte del paciente a su médico de AP, quien valorará la naturaleza de estos signos: si bien son ocasionados por una descompensación de la patología o bien por razones de otra índole como:
- Inadecuado cumplimiento de la pautas higienico-dieteticas
- Escaso compromiso con su autocuidado.
- Dieta inadecuada.
- Interacción farmacológica entre el tratamiento de la IC y otros fármacos.
- Presencia de otras patologías: anemia, arritmias, infecciones.
- Efecto adverso farmacológico.
La derivación por parte de AP viene marcada por criterios tales como empeoramiento, descompensación, falta de respuesta ante el tratamiento, efectos adversos incontrolables del mismo, aparición de complicaciones o alteraciones en parámetros de seguimiento.
A grandes rasgos, el establecimiento de un seguimiento por parte de los profesionales de AP en insuficiencia cardíaca permite su prevención y, en caso de confirmación de diagnostico, un mayor control de la enfermedad, con la consiguiente optimización de los recursos en beneficio de la calidad de vida del paciente.
Enlaces de interés
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0212656714003631