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Hiperpotasemia en la insuficiencia cardíaca
- 5 enero, 2021
- Posted by: cicero
- Category: Enfermedad
La hiperpotasemia o hiperkalemia es una concentración de potasio en sangre superior a 5 miliequivalentes por litro (mEq/l). Según estimaciones recogidas en el estudio ESC-EORP-HFA Heart Failure Long-Term Registry, entre el 4% y el 8% de los pacientes con insuficiencia cardíaca presentan niveles de potasio en sangre superiores a los recomendados.
El potasio es un mineral necesario para el adecuado funcionamiento de nuestro organismo. Se trata de un oligoelemento necesario para la generación y conducción de los impulsos por los nervios y para la contracción de los músculos, entre ellos el miocardio. Así, en el caso del corazón, favorece que el ritmo cardíaco sea el adecuado y constante. Unos niveles inadecuados de potasio contribuyen a la aparición de problemas cardíacos como las arritmias o el paro cardíaco.
La hiperpotasemia se caracteriza por su presencia silente aunque, en ocasiones, las personas con altos niveles de potasio suelen experimentar ansiedad, nauseas y vómitos, dolor abdominal, fatiga o parestesias (entumecimiento u hormigueo en manos principalmente).
¿Por qué es tan frecuente la hiperpotasemia en insuficiencia cardíaca?
El principal motivo por el cual se produce la hiperpotasemia es una alteración en la excreción del potasio del organismo o, lo que es lo mismo, una alteración en la capacidad de eliminar potasio del cuerpo. Este trastorno tiene su origen en diferentes causas. Concretamente, la presencia de hiperpotasemia en la insuficiencia cardíaca está relacionada con:
- Pacientes pluripatológicos. Las personas con IC presentan una elevada comorbilidad provocando que en ellas coexistan diferentes patologías. Estas patologías, a su vez, constituyen factores de riesgo en la hiperpotasemia. La disfunción renal, la diabetes, la edad avanzada, la propia progresión de la IC o antecedentes de ictus están relacionados con la hiperpotasemia.
- Tratamiento. Otro de los factores que podría explicar la presencia de altos niveles de potasio tiene que ver con los efectos adversos de determinadas líneas terapéuticas.
- Consecuencia de la IC. Por último, la insuficiencia cardíaca en sí también puede ser origen de una hiperpotasemia. La IC está asociada a un menor flujo de sangre que afecta a los diferentes órganos , entre ellos, los riñones. Si estos no reciben un flujo sanguíneo adecuado, se producen alteraciones en su funcionamiento, siendo incapaces de cumplir su función correctamente. Entre ellas, no eliminar el excedente de potasio y no contribuir, por tanto, a mantener unos niveles adecuados de este elemento.
La importancia de un adecuado manejo de la hiperpotasemia
Un adecuado manejo de los niveles de potasio en personas con insuficiencia cardíaca es imprescindible ya que la presencia de hiperpotasemia se puede traducir en:
- Condicionamiento del tratamiento clínico y que no se alcancen las dosis objetivo.
- Deterioro de la calidad de vida, al aumentar el riesgo de sufrir arritmias.
En este aspecto el manejo correcto se articula en dos pilares clave que requieren involucrar tanto a los profesionales sociosanitarios, como al propio paciente y sus cuidadores.
En primer lugar, de carácter más clínico, en pacientes con IC se requiere de un adecuado seguimiento y manejo de los niveles de potasio en sangre. De esta forma, es posible prevenir la hiperpotasemia y, con ello, que su aparición no condicione la optimización terapéutica requerida o alcanzar las dosis objetivo.
Por otro lado, el autocuidado es un factor clave. En esta línea, a través de la alimentación, es posible regular los niveles de potasio. Teniendo en cuenta que la manera en la que el organismo obtiene este mineral es esencialmente a partir de los alimentos que ingerimos, limitar o evitar productos ricos en él favorece la prevención de la hiperpotasemia. Entre los alimentos con altos niveles de potasio se encuentra las frutas (como el albaricoque, el aguacate y el plátano), las verduras (alcachofas, espinacas, calabaza y tomate), legumbres (lentejas) u otros productos como los yogures, los quesos o los frutos secos.
Conclusiones
Debido a la incidencia e interferencia que la hiperpotasemia ocasiona en la IC, se hace indispensable un adecuado manejo de la misma. Para ello, es de vital importancia un seguimiento de los niveles de potasio y aplicar la terapia requerida. En su prevención, el autocuidado por parte del paciente y su cuidador desempeña un papel clave. El conocimiento de los síntomas que se presentan ante los altos niveles de potasio y qué alimentos evitar en la dieta favorecen a la optimización del abordaje de la hiperpotasemia.
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