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El abordaje de la Insuficiencia Cardíaca en tiempos de covid-19
- 15 junio, 2020
- Posted by: cicero
- Category: Enfermedad
Entrevistamos al Dr. Alfonso Valle, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Marina Salud de Denia, sobre los retos que plantea el proceso asistencia de la IC durante la pandemia del coronavirus
Desde que el 11 de marzo la Organización Mundial de la Salud calificó el coronavirus SARS-CoV-2 como pandemia, los sistemas sanitarios se enfrentan al reto de hacer frente a una infección hasta ahora desconocida sin que eso afecte al abordaje de otras patologías. Entre ellas, destaca especialmente la atención a los pacientes de insuficiencia cardíaca, una de las enfermedades crónicas que pueden incrementar además los riesgos de complicaciones por la covid-19.
Hemos hablado con el Dr. Alfonso Valle Muñoz, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Marina Salud de Dénia, sobre el proceso asistencial de la IC en estos tiempos de pandemia para tratar de resolver el interrogante: ¿cómo podemos optimizar y proporcionar el tratamiento médico más adecuado a los pacientes sin necesidad de que estos acudan a la consulta para reducir al máximo su exposición al virus?
El reto del abordaje de la IC a distancia
“En la situación de pandemia, el paciente acude menos a los centros hospitalarios o al centro de salud, lo que puede favorecer una descompensación de su patología. Nuestro reto es poder ofrecer una asistencia de calidad y a demanda del paciente, sin que este esté presente en muchas ocasiones”, sostiene el Dr. Alfonso Valle.
El abordaje de la Insuficiencia Cardíaca se caracteriza por un seguimiento frecuente y cercano del paciente por parte de todos y cada uno de los profesionales sociosanitarios susceptibles de mejorar la calidad de vida de las personas con IC. Aspectos que las consultas presenciales venían ofreciendo hasta ahora.
No obstante, la implantación de las nuevas tecnologías cumplen con estos criterios tan necesarios sin que el paciente se desplace. El Dr. Valle menciona herramientas como “aplicaciones, webs, teléfono, videoconferencias o dispositivos de monitorización”, que permiten un seguimiento óptimo del paciente siempre que la clave resida en “adaptar las herramientas existentes a cada paciente y a cada realidad”.
¿Y en relación a la optimización terapéutica de la insuficiencia cardíaca?
La adherencia, tanto terapéutica por parte de los afectados como la de los facultativos a las recomendaciones establecidas por las guías de práctica clínica, conllevan a una mejora del pronóstico de los pacientes. Hay que tener en cuenta que una atención y una mejor adherencia a las recomendaciones GPC reducen las hospitalizaciones hasta un 30%. Por ejemplo, si tenemos en cuenta las recomendaciones establecidas en cuanto al uso de betabloqueantes, tal y como sostiene el Dr. “en pacientes con ICrFEVI son uno de los puntos cardinales del bloqueo neuro hormonal” lo se traduciría en una “reducción de hospitalización por IC de la mortalidad total y de la muerte súbita”.
Si en el contacto con el paciente de insuficiencia cardíaca la opción de “el teléfono es lo más habitual, resulta complicado el manejo de fármacos por esta vía”, sostiene el Dr. Para ello, además de la asistencia telefónica, incluir otras posibilidades tecnológicas como podrían ser “los sistemas de videoconferencia, los sistemas de archivos compartidos con pacientes o incluso la receta electrónica de las diferentes Comunidades Autónomas son fundamentales en el proceso de optimización”, tal y como apunta el Dr.
La implantación de todas estas nuevas medidas a nivel asistencial están siendo valoradas de forma muy positiva por parte de los pacientes. “Si podemos establecer una vía de comunicación más fluida, más sencilla… ¿a quién no le gusta? En insuficiencia cardíaca debe existir una comunicación bidireccional. Muchas veces el paciente percibe un cierto grado de descompensación y la tecnología debe permitir poder dar una asistencia a demanda de las necesidades del paciente”, nos comenta el Dr. Valle.
Covid-19 e insuficiencia cardíaca
Tal y como afirma el Dr. Valle, en personas con covid-19 una de las principales consecuencias de esta infección son las “descompensaciones de sus patologías previas. En los diferentes estudios publicados, todo el espectro cardiovascular, pacientes con antecedentes cardíacos, hipertensos, diabéticos, pacientes con IC previa tienen más riesgo de infección grave por covid-19”.
Sin embargo, personas sanas y sin patologías previas también pueden desarrollar tal grado de infección debido a que en ellos se produce una “respuesta inflamatoria exagerada“ de forma que “puede conducir a una miocarditis, por ejemplo”, nos explica el Dr. Valle.
El miedo a contraer el virus y desarrollar una infección grave, como la anteriormente comentada, está provocando una reducción de las visitas a hospitales ante signos que indican empeoramiento de patologías diagnosticadas o indicios de manifestación clínica de episodios cardíacos o cardiovasculares, por ejemplo, y en los que se requieren de atención médica. Este hecho preocupa a la comunidad médica y resulta importante trasladar al paciente con IC la importancia y necesidad de acudir a su centro médico si experimenta síntomas de descompensación o episodio cardíaco.
A grandes rasgos, la situación actual está poniendo en valor un sistema en el que la asistencia digital y presencial convivan en beneficio siempre de la seguridad del paciente. El Dr. Alfonso Valle Muñoz sostiene que “tenemos que aprovechar las consultas presenciales para poder optimizar al máximo la terapia y usar las telemáticas para ajustes más puntuales o sencillos”, de forma que se permita ofrecer el adecuado “tratamiento con menor presencia del paciente. La telemedicina y la videoconsulta son nuevas realidades que se van a imponer en los próximos meses”, concluye el Dr. Valle.