Se estima que, a nivel mundial, 2 de cada 3 personas somos usuarias de un dispositivo móvil. Además, las cifras de estos móviles ya son superiores a las del número de personas que vivimos en el mundo[1]. Por otro lado, tal y como recoge la Organización Mundial de la Salud, a nivel global, es notable el impacto que las enfermedades no transmisibles tienen debido, principalmente, al aumento de la población mundial y a un mayor envejecimiento de sus habitantes. No es de extrañar, por tanto, que tecnología y salud se unan para dar lugar a la salud digital.

¿Qué es salud digital?

Si recurrimos a la Organización Mundial de la Salud, encontramos que consideran a la salud digital como “la utilización de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) para la salud”.

Algo más amplia es la definición ofrecida por la Comisión Europea que establece como salud digital «la aplicación de tecnologías de la información y las comunicaciones en toda la gama de funciones que afectan al sector de la salud incluyendo productos, sistemas y servicios que van más allá de las aplicaciones simplemente basadas en Internet” (Comisión Europea, 2012b).

A grandes rasgos, podríamos definir la salud digital (también llamada e-salud o e-health) como la aplicación de las nuevas tecnologías en el manejo de los retos que se le plantean a la sociedad en materia sanitaria tanto a nivel clínico, como psicológico y/o social.

Beneficios de la salud digital en Insuficiencia Cardíaca

En los últimos años la inclusión de las nuevas tecnologías está produciendo notables cambios en el abordaje de las enfermedades, permitiendo un cambio en el paradigma e incorporando un nuevo actor en el proceso: la propia persona diagnosticada.

Este cambio es perceptible sobre todo en patologías crónicas, como es el caso de la Insuficiencia Cardíaca. La e-salud permite el desarrollo de nuevos recursos que mejoran notablemente la calidad de vida de las personas y minimizan el impacto que un diagnóstico como la Insuficiencia Cardíaca puede ocasionar en todas y cada una de las esferas de la vida diaria. Asimismo, entre las principales ventajas encontramos:

• Mayor conocimiento y comprensión

La esencia colaboracionista de Internet ha contribuido a que tengamos disponible una gran cantidad de información sobre diferentes temáticas. En el ámbito sanitario, las personas pueden acceder a distintas plataformas o recursos fiables sobre Insuficiencia Cardíaca que les permitan incrementar su conocimiento sobre la patología.

Por otro lado, si tenemos en cuenta tecnología como la realidad aumentada, es posible mejorar la formación y comprensión que nuestros profesionales sanitarios tienen sobre el comportamiento de órganos como el corazón.

• Diagnóstico

Actualmente, se está estudiando la posibilidad de incrementar la precisión en el diagnóstico gracias a la aplicación de la inteligencia artificial y el procesamiento de grandes volúmenes de datos, lo que conocemos como big data.

• Mejora de la adherencia terapéutica

Como recogimos en el post “Cómo fomentar la adherencia en pacientes con Insuficiencia Cardíaca» las aplicaciones móviles o diferentes dispositivos electrónicos benefician en el adecuado cumplimiento terapéutico del tratamiento.

• Comunicación directa y permanente

La telemedicina, ya se realice a través de una conversación telefónica u otros dispositivos de conversación como puedan ser los chats, el correo electrónico o dispositivos de teleasistencia, facilita un contacto directo entre las personas con insuficiencia cardíaca y su equipo médico.

• Accesibilidad

A su vez, la comunicación directa ha facilitado la posibilidad de establecer un contacto remoto de modo que en ciertas zonas, por ejemplo en el ámbito rural, sea posible un manejo adecuado de las personas sin necesidad de que estas se desplacen hasta el complejo hospitalario.

• Inmediatez

El contacto se establece en el momento y notificaciones como resultados de pruebas médicas o modificaciones en las citas médicas son realizadas al instante. En situaciones de urgencia, la tecnología asegura que la persona reciba la asistencia requerida en el menor tiempo posible.

• Mejor coordinación entre los profesionales sociosanitarios

El manejo de patologías complejas como la insuficiencia cardíaca requiere de una atención integral en la que estén involucrados todos aquellos profesionales sociosanitarios en los que en mayor o menor medida su especialidad tenga una implicación directa o indirecta en el abordaje de esta patología cardíaca. La salud digital facilita la comunicación entre ellos.

• Seguimiento óptimo

Existen ya programas en los que un contacto telefónico con las personas con IC permite evaluar y/o controlar la evolución clínica del paciente, establecer el manejo requerido ante la posible aparición de complicaciones e incluso atender de forma eficiente a los aspectos psicosociales que pueda presentar la persona y su entorno más próximo en su proceso asistencial.

• Precisión

La aplicación de tecnología como la robótica médica permite que las intervenciones sean más precisas, permitiendo acceder a zonas complejas y mejorando los tiempos de recuperación del paciente con la consiguiente reducción de secuelas.

• Mayor control

Tanto el personal médico, como el paciente, pueden tener un mayor control gracias a dispositivos electrónicos inteligentes (wearables) que proporcionan información tan útil como el ritmo cardiaco.

• Patrones

El big data es una tecnología que nos permite analizar grandes cantidades de datos en busca de patrones de comportamiento. Su aplicación en el ámbito de la cardiología podría mejorar los tratamientos actuales e incluso el desarrollo de nuevas líneas de investigación.

• Empoderar al paciente

Además de las posibilidades de información y formación que las nuevas tecnologías ofrecen, es posible acceder al historial médico por medio de aplicaciones. Las personas disponen por vía telemática de información tan relevante como informes de las últimas consultas médicas, consejos específicos de acorde a su situación clínica o patología diagnosticada y gráficos que reflejan a lo largo del tiempo diferentes índices de parámetros analíticos.

• Prevención

La salud digital permite la adecuada gestión de enfermedades crónicas como la IC reduciendo el riesgo de complicaciones, así como de factores de riesgo asociados (diabetes).

• Promoción de hábitos de vida saludable

Existen iniciativas tales como campañas informativas o recursos de realidad habitual que promueven hábitos de vida saludable fomentando en la población general una adecuada alimentación o técnicas de deshabituación tabáquica.

Y para ti, ¿qué crees que aporta la salud digital en el abordaje de la Insuficiencia Cardíaca?

[1] Mobile Economy 2019 GSMA