Como hemos ido abordando en diversos contenidos del blog, la insuficiencia cardíaca es una patología a su vez asociada con otras enfermedades como es el cáncer o la diabetes. En ocasiones, el papel que la IC desempeña es el de causa, consecuencia o incluso ambos. En lo que respecta a la trombosis venosa profunda, la insuficiencia cardíaca también guarda una relación estrecha.

¿Qué es la trombosis venosa profunda?

Cuando hablamos de trombosis venosa profunda nos referimos a formación de coágulos sanguíneos o trombos en cualquier vena profunda del cuerpo. La gravedad de la TVP reside en que estos coágulos se pueden transformar en émbolos, es decir, cuando se sirven del torrente sanguíneo para desplazarse a otras zonas del cuerpo y afectar a órganos tan relevantes como los pulmones o el cerebro. En estos casos, el embolo tapona, obstruye o dificulta el flujo de sangre, ocasionado ictus o embolia pulmonar, respectivamente. Por este motivo, existen otros términos para referirse a la TVP como es el de enfermedad tromboembólica.

Las zonas en las que es más probable que se formen estos trombos son las piernas aunque también se pueden dar en otras zonas como pelvis o brazos. Los principales síntomas relacionados con el TVP son calor o dolor en la zona donde se localiza el trombo, inflamación o enrojecimiento.

¿Qué relación guarda la insuficiencia cardíaca y la trombosis venosa profunda?

La relación entre la insuficiencia cardíaca y la trombosis venosa profunda se fundamenta en dos pilares que tienen que ver tanto como la causa de un TVP como con la consecuencia. En lo que respecta a la relación insuficiencia cardíaca y trombosis venosa profunda, en primer lugar, tenemos que hablar de las causas de los trombos. Los coágulos en la sangre se pueden formar por tres condicionantes principalmente:

• Lesión en la vena como consecuencia de una intervención, un traumatismo o una inflamación.
• Otra de las causas de los trombos están asociadas a diferentes trastornos en la coagulación. De forma habitual, la coagulación se produce cuando el organismo, al sufrir una lesión, procede a la formación de coágulos, que taponan la herida y evitan la pérdida de sangre. En cambio, en los pacientes que presentan trastornos en la coagulación, el proceso de coagulación de la sangre se activa cuando no es necesario y no se ha producido tal herida o lesión.
• Reducción del flujo sanguíneo como consecuencia de:
  • Un reposo prolongado como consecuencia de una estancia hospitalaria, por ejemplo. Recordemos que la insuficiencia cardíaca es la primera causa de hospitalización en España con una estancia media alrededor de los 10 días. [i]
  • Trastornos que lleven asociado una alteración del flujo sanguíneo como es el caso de la insuficiencia cardíaca. En este sentido, la IC se sitúa como uno de los factores de riesgo más relevantes en el desarrollo de trombosis venosa profunda.

La embolia pulmonar, desencadenante de la insuficiencia cardíaca.

Cuando los coágulos adquieren capacidad para desplazarse a cualquier parte del cuerpo través de la sangre pasan a denominarse émbolos. En este proceso, los émbolos pueden obstruir y bloquear el flujo sanguíneo, impidiendo o dificultando que los órganos reciban el oxígeno que necesitan para funcionar.

Este tipo de complicación, habitual en la trombosis venosa profunda, recibe el nombre de embolia. Aunque se puede producir en cualquier órgano, se da con mayor frecuencia en los pulmones. Las embolias pulmonares suelen presentar síntomas como disnea, dolor pectoral, alteración del ritmo cardíaco, sudoración o desmayos.

Las embolias pulmonares, además del riesgo que presentan, también pueden desencadenar problemas más graves como por ejemplo insuficiencia cardíaca. El tratamiento precoz de la TVP constituye, por tanto, fundamental para la prevención de insuficiencia cardíaca, en el sentido que evita el desarrollo de embolias y, por consiguiente, de IC.

Conclusiones

La insuficiencia cardíaca y la trombosis venosa profunda tienen una relación estrecha o bien por su condición tanto de causa como desencadenante. En esta línea, se hace necesario la prevención de TVP a través de factores como estilo de vida saludable, la práctica de ejercicio físico o valorar la necesidad de tratamiento anticoagulante. A su vez, el diagnostico precoz de TVP permita aplicar el tratamiento adecuado a tiempo y prevenir el desarrollo de embolias y, por consiguiente, de insuficiencia cardíaca.

[i] Rodriguez-Artalejo F, Banegas Banegas JR, Guallar-Castillon P. [Epidemiology of heart failure]. Rev Esp Cardiol. 2004;57(2):163-70.